Estimación del esfuerzo de fluencia para materiales laminados en caliente

26.01.2014 18:56
Cuando el acero se deforma a temperaturas elevadas, la fase austenítica muestra una curva de fluencia la cual es resultado de los mecanismos de endurecimiento por deformación contrarrestado por un ablandamiento dinámico. 
Al inicio de la deformación, el endurecimiento por deformación es un fenómeno que caracteriza al incremento de la densidad de dislocaciones y un aumento en la tensión de fluencia. A medida que aumenta la densidad de dislocaciones, la restauración dinámica es el mecanismo de regeneración de la estructura por el cual se aniquilan y reordenan las dislocaciones formando límites de subgranos. En aquellos metales que tienen fallas de apilamiento altas este proceso es relativamente lento, conduciendo a un más rápido incremento en la densidad de dislocaciones con la deformación.
 Este proceso continúa hasta que se alcanza un nivel crítico de densidad de dislocaciones después del cual nuclean granos nuevos equiaxiales libres de deformación (recristalización dinámica), preferencialmente en los límites de granos originales. 
A velocidades de deformación relativamente grandes, típicas de las condiciones de laminación, la nucleación de granos recristalizados es muy grande, pero a medida que crecen se deforman y por tanto son endurecidos. De esta manera, la densidad de dislocaciones aumenta en su interior y disminuye la fuerza impulsora para el deslizamiento de los límites de grano, hasta que se detiene el crecimiento cuando los granos adquieren un tamaño característico, que es mucho más pequeño que el grano original. Esta nucleación y crecimiento produce un "collar" de granos nuevos y pequeños alrededor de los límites de grano originales. Para que continúe la recristalización dinámica deben nuclear granos nuevos y crecer hasta el tamaño característico. El proceso se repite hasta que se logra una condición de régimen donde la velocidad con la cual nuclean y crecen granos nuevos y pequeños es aproximadamente igual a la velocidad con la cual endurecen por deformación y se detiene el crecimiento de los granos. El tamaño así conseguido es independiente de la magnitud de la deformación.
 La naturaleza térmicamente activada de estos fenómenos de ablandamiento dinámico o de regeneración de la estructura son, por tanto, dependientes de la temperatura y de la velocidad de deformación. 

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